domingo, 31 de enero de 2010

EL EVANGELIO DEL DIA DOMINGO

Hoy la Iglesia celebra : San Juan Bosco

LecturasLeer el comentario del Evangelio por : San Cirilo de Alejandría Para «renovar la faz de la tierra» (Sl 103,30)

Evangelio según San Lucas 4,21-30.

Entonces comenzó a decirles: "Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír". Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: "¿No es este el hijo de José?".

Pero él les respondió: "Sin duda ustedes me citarán el refrán: 'Médico, cúrate a ti mismo'.

Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaún". Después agregó: "Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón.

También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio". Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

sábado, 30 de enero de 2010

CELEBRACIÒN: MAESTRO DEL AÑO 2010


Esta mañana en el teatro niños cantores del zulia, y en representación de la Arquidiocesis de Maracaibo, el Pbro Eduardo Ortigoza hizo entrega del premio “Maestro del año”, que en esta ocasión reconoció la labor de 27 docentes, de los diferentes colegios, escuelas y prescolares que conforman las Escuelas Arquidiocesanas de la regiòn. El acto se inicio con la celebraciòn de la Eucaristia en la capilla del colegio de Niños Cantores del Zulia

jueves, 28 de enero de 2010

miércoles, 27 de enero de 2010

martes, 26 de enero de 2010

lunes, 25 de enero de 2010

Conoce los ritmos folclóricos de la región

El sentir de la música zuliana

De la mezcla de cultura aborigen con española y africana nacieron los géneros musicales locales. Los instrumentos de percusión de los negros esclavos y las cuerdas de los hispanos se unieron para formar la danza, contradanza, vals, gaita, bambuco y décima. Las canciones marcaron un hito en la región y aún se mantienen con el tiempo.

Cuando los españoles pisaron tierra venezolana en 1498,además de costumbres, trajeron una rica cultura musical reflejada en los diferentes instrumentos y ritmos. Elementos que se mezclaron con la costumbre africana y aborigen creando así géneros propios.


De esa manera se conformaron ritmos regionales como la gaita, la danza, la contradanza, el vals zuliano, el bambuco y la décima, géneros que han puesto a bailar y a cantar a más de uno.


“Nuestra música es producto de esa mezcla española, aborigen y africana. Nosotros no tenemos nada autóctono, sólo la maraca que es un instrumento indígena. A pesar de ello le hemos puesto un sello original y propio a los ritmos”, cuenta el músico Tino Rodríguez.


La danza


Proviene de la danza española, es un ritmo de dos tiempos.


Eran canciones instrumentales, sin letra, que se tocaban con una pequeña orquesta de cámara conformada por el violín, la mandolina, la guitarra, el cello y el bajo. Posteriormente se le añadieron letras y se empezó a acompañar con instrumentos de gaita o joropo como cuatro, mandolina y guitarra.


Las danzas más conocidas son Luisa, Maracaibera y Pregones zulianos, de Rafael Rincón González y Así es Maracaibo, de José Chiquinquirá Rodríguez.


La contradanza


Musicalmente es un ritmo de cuatro tiempos con un golpe fuerte en el tercero. Es muy ceremonial, en los años 1920 a 1940 se bailaba en cuadrillas o grupos de parejas, con canciones previamente ensayadas.


En la antiguedad se tocaba con piano, violín, guitarra y mandolina, actualmente la mandolina, el violín y la guitarra se mantienen y se la añadió el cuatro y el contrabajo.


La contradanza era la música de los bailes de 15 años en la Maracaibo de antaño. Para estas ceremonias las mujeres lucían vestidos largos y los hombres trajes elegantes.


La gaita de Aniceto Rondón, Añoranzas del pasado y Estampas antañonas son tres de las contradanzas más populares.


El bambuco


Es una expresión pueblerina —según Pierino Priolo, director del grupo lírico de la Secretaría de cultura— dedicada al quehacer cotidiano, la pesca y la agricultura.


Es característico de los pueblos costeros y zonas pesqueras como isla de Toas y la Costa Oriental del Lago, en especial los Puertos de Altagracia, en el municipio Miranda.


Se toca con cuatro, mandolina y guitarra.


Vals zuliano


De tres por cuatro tiempos, se diferencia de todos los demás por ser más rápido. Es un poco más ligero y alegre que el vals caraqueño, larense o andino.


Entre los vals se encuentra El diablo suelto, de Heracleo Fernández; Los potes de José Andrés, de Ulises Acosta; Lluvia, de Luis Guillermo Sánchez García y Maracaibo florido, de Rafael Rincón


González.


El instrumento utilizado es el cuatro.


Décima


Presenta una estructura musical y literaria, sus estrofas están compuestas por 10 versos.


Según el compositor Rafael Rincón González la décima es de origen español y se canta en muchas partes de hispanoamérica. El maracucho hizo una adaptación y la dotó con estilo propio.


“La décima es el género de los pescadores, cuando ellos se adentran en el lago a pescar se ponen a cantarlas por eso la mayoría de las letras son alusivas a la cazería de peces”, dice Rincón.


El folclorista también recuerda que cerca de los años 50 cada vez que ocurría un acontecimiento extraordinario en la ciudad, los compositores escribían y cantaban en la calle una décima con relación al suceso.


En este ritmo se utiliza el cuatro, la mandolina y la guitarra.


Entre los decimistas se encuentran Víctor Hugo Márquez, Pedro Palmar y Tito Manzano.


Gaita


Su origen se remonta al 12 de diciembre de 1782, en Gibraltar (hoy Bobures), como canto de protesta de los esclavos negros por los maltratos recibidos de los españoles.


Sin embargo, existen hipótesis sobre un posible origen español e indígena.


“La gaita fue una mezcla de africano con americano, tiene instrumentos de percusión y de cuerda”, explica Priolo.


Es empleada para expresar amor, devoción, protesta y denuncia.


Existen cuatro tipos de gaita: la de furro, conocida también como maracucha o maracaibera, en la que el furro o mandullo es el protagonista; la gaita perijanera, dedicada a San Benito, se destaca por el sonido de tambora; la gaita a Santa Lucía, a través de ella se le rinde tributo a Santa Lucía; y la gaita de tambora, característica de las festividades y parrandas zulianas.


Sus instrumentos son el cuatro, la tambora, el furro, las maracas y la charrasca.


Vals zuliano


Maracaibo florido


Autor: Rafael Rincón González, en 1949


Maracaibo florido


Maracaibo de antaño


Aquel mi Maracaibo


De estilo colonial


Son mis recuerdos vivos


Tus fiestas patronales


Las fiestas con pasquines


De la Chiquinquirá



Divino el Maracaibo


Aquel de las palmeras


El de las contradanzas


Y lago de cristal


Allí do se bañaron


Las musas prepotentes


De Vásquez y de Pérez


De Yépez y Baralt



Aquel mi Maracaibo


Con alegres gaiteros


Estampas naturales


Para la navidad


No me olvidaré nunca


De Germán el Gallego


De la Flor de la Habana


Por su zulianidad



Yo llevo aquí en mi mente


Las imágenes frescas


De aquellos carnavales


Repletos de color


Y veo las carrozas


Por la calle derecha


Desfilando pomposas


Frente a San Juan de Dios


Danza


Pregones zulianos


Autor: Rafael Rincón González, en 1944


Va cantando el pregonero


vendiendo su mercancía;


son las cinco y el lechero


nos viene anunciando el día:


Alevántase, señora


que se hace de mediodía,


la leche viene en los potes


con espuma de alegría,


la leche viene en los potes


con espuma de alegría.



Aquí llego el panadero (pan, pan, pan),


hay galletas y bizcochuelos (marchante),


y atrás viene el mandoquero:


calientitas mis mandocas,


y atrás viene el mandoquero


gritando: de a tres por locha.



Llevo mangos, llevo piñas,


guineos y chirimoyas,


también traigo yemas frescas,


gallinas cortaás y pollos.


Panorama, Panorama


con las últimas de hoy:


un hombre que se ha guindao,


desengañao de amor,


un hombre que se ha guindao


desengañao de amor.



Ya se acaba el primer premio (un dos, tres),


sólo quedan dos quinticos (para usted).


El carnerito, los bagres


y un buen lomito de res:


el carnicero en su burro


gritando de cuando en vez.



Caminando por las calles


rumbo a la Plaza Baralt


un carbonero se empeña


en que le deben comprar:


el carbón de azaharito,


el mejor para planchar,


le apuesto a que a cinco reales


nadie se lo puede dar,


le apuesto a que a cinco reales


nadie se lo puede dar.



Cómo que no vais, muñeco, (a limpiar)


te los dejo muy brillantes, (por un real)


tengo pomo, crema negra


y un marrón que es especial,


soy el mejor limpiabotas


que hay en la Plaza Baralt. (Repetir)


Fuente: www.sacven.org

domingo, 24 de enero de 2010

sábado, 23 de enero de 2010

23 de Enero de 1958

El 23 de enero de 1958, un movimiento cívico-militar derrocó al gobierno de Marcos Pérez Jiménez, quien abandonaría el país con rumbo a República Dominicana a bordo del avión presidencial la «Vaca Sagrada». El antecedente más cercano de dicho acontecimiento se produjo el primero de enero del mismo año, cuando aviones de guerra surcaron los cielos despertando a toda Caracas. El asombro fue mayúsculo, incluso para los propios partidarios del gobierno, ya que hacía exactamente un mes, se había efectuado un plebiscito para prolongar el mandato de Pérez Jiménez, darle cierta solidez a su régimen y legitimidad ante las Fuerzas Armadas. Sin embargo, a pesar de que el alzamiento fue develado, a medida que se fueron revelando los nombres de los implicados se pudo apreciar cuán extendido y profundo era el malestar entre los oficiales de las tres fuerzas. Por tal motivo, aunque el golpe fracasó no fortaleció al gobierno, sino que aceleró el proceso de deterioro que terminaría 23 días más tarde con su caída. Esto último fue producto de una acumulación de oposiciones que, al final convirtieron el derrocamiento de la dictadura en una causa nacional.


Profundizando un poco en las causas que derivaron en la caída de Pérez Jiménez, hay que señalar fundamentalmente 2 aspectos. En primer lugar, la crisis militar, originada a partir de los mencionados sucesos del 1 de enero de 1958, los cuales trastocaron el poder absoluto que hasta entonces tenía el primer mandatario en el seno de las Fuerzas Armadas. En tal sentido, el alzamiento de los oficiales de la Fuerza Aérea en la Base de Boca de Río, cercana a la ciudad de Maracay y del cuerpo de blindados del cuartel Urdaneta de Caracas al mando del teniente coronel Hugo Trejo, produjo o evidenció una crisis de liderazgo en la institución castrense. En segundo lugar, la crisis política en el propio seno del gobierno producto de la descomposición y fraccionamiento del mismo a raíz del plebiscito de diciembre de 1957 y que originó 2 cambios de gabinete sucesivos, los días 10 y 13 de enero de 1958 respectivamente y la salida hacia el exterior de los personeros más cercanos a Pérez Jiménez vetados por las Fuerzas Armadas, Laureano Vallenilla Lanz, ministro hasta entonces del Interior, y Pedro Estrada, jefe de la policía política del régimen, la Seguridad Nacional.

A partir de los sucesos del 1 de enero y ante la manifiesta crisis política y militar del régimen perejimenista, comenzaron a publicarse diversos manifiestos en contra del gobierno tambaleante, firmados por hombres y mujeres representativos de diferentes campos de la actividad económica, profesional y cultural, así como pronunciamientos públicos de instituciones nacionales como el Colegio de Ingenieros, la Asociación Venezolana de Periodistas, federaciones obreras y sectores empresariales que hasta ese momento no habían manifestado abiertamente su repudio a la dictadura. Todas las acciones de calle en contra del régimen, tendrán su momento cumbre en la huelga general del 21 de enero, movilizada por la Junta Patriótica (unión de los diversos partidos políticos), junto a los estudiantes, empresarios y las masas populares, la cual tomó un carácter unitario que prestó el apoyo necesario a los oficiales alzados.

En la madrugada del 23 de enero, pese a contar con el apoyo de un importante sector de las Fuerzas Armadas, Pérez Jiménez decide abandonar el Palacio de Miraflores y trasladarse al aeropuerto de La Carlota (situado en plena ciudad de Caracas), para tomar el avión que lo conduciría a la República Dominicana. Al conocerse la noticia del derrocamiento, el pueblo se lanzó a la calle, saqueando las casas de los adeptos al régimen; atacando la sede de la Seguridad Nacional y linchando a algunos funcionarios.

Asimismo, destruyeron la sede y los equipos del periódico oficialista El Heraldo. Por otra parte, en pocas horas el Palacio de Miraflores se convirtió en el sitio de reunión de los sublevados y de innumerables dirigentes políticos y personalidades, quienes procedieron a nombrar una Junta de Gobierno Provisional que reemplazara al régimen derrocado. La Junta la constituyeron el contralmirante Wolfang Larrazabal como presidente y los coroneles Carlos Luis Araque, Pedro José Quevedo, Roberto Casanova y Abel Romero Villate. Al amanecer del día 23, los venezolanos celebran la caída de Pérez Jiménez, a la vez que protestan por la presencia en la Junta de Gobierno de Casanova y Romero Villate, reconocidos miembros del perejimenismo; los cuales finalmente fueron obligados a renunciar y reemplazados el día 24 de enero por los empresarios Eugenio Mendoza y Blas Lamberti.

Con el objeto de facilitar el trabajo de la Junta de Gobierno y restablecer la democracia en Venezuela, se designó también un gabinete provisional compuesto por juristas, empresarios y ejecutivos, reservándose a un militar, el coronel Jesús María Castro León, el ministerio de la Defensa. Posteriormente, la Junta de Gobierno convoca a elecciones para diciembre de ese mismo año; se liberan a los presos políticos en todo el país, se amplía la Junta Patriótica con representantes de sectores independientes, ratificándose en la presidencia de la misma al periodista Fabricio Ojeda; se abre el proceso de castigo a los personeros del gobierno perejimenista y regresan los exiliados. En esos días se iniciaba de manera definitiva, una nueva etapa en la historia de la Venezuela contemporánea.

viernes, 22 de enero de 2010


Escuelas Arquidiocesanas: La obra de un gran Obispo

Establecer escuelas católicas para los niños pobres. Ese fue el proyecto de monseñor Roa. Así se ha continuado en el tiempo. Desde siempre, grandes necesidades han acompañado y todavía acompañan este trabajo.


Monseñor Domingo Roa Pérez es gratamente recordado como el Obispo andino que vino dispuesto a sembrarse en el Zulia. Esa fue su intención, declarada en sus primeras palabras como Obispo del Zulia el 13 de marzo de 1961, "..desde hoy el Zulia será el objeto de mis permanentes desvelos". Con su apariencia, tímida y reservada, de hombre recién bajado de la montaña fue penetrándose en el tejido de esta cultura zuliana y maracaibera. Hombre amante y defensor de la democracia y de la libertad que llegaba al Zulia a pocos meses de haberse aprobado una nueva Constitución de la República de Venezuela. En esta tierra emprendería sus más grandes proyectos.

Rápidamente se convirtió en abanderado por la defensa de la dignidad humana, por la protección de la familia, por el progreso integral de la región y por la reivindicación de la región zuliana ante el centralismo caraqueño.

Siendo un convencido que el anuncio del Evangelio estaba destinado no solamente a los que van a los templos, sino a todos y en todas partes, valoraba la utilización de los modernos medios de comunicación social. Con este propósito, fortaleció la emisora de Radio La Voz de la Fe y el Diario La Columna, y promovió la creación del Canal 11 del Zulia, con sus extensiones en Lara y Carabobo; y estimuló el nacimiento de las emisoras de Radio NC Estéreo y Lumen 2000. Al momento de entregar la Arquidiócesis de Maracaibo, en 1993, dejaba en pleno funcionamiento un periódico de circulación diaria con 69 años de existencia, tres emisoras de radio y una red de televisoras regionales.

Durante sus 32 años de episcopado en el Zulia promovió la creación de una nueva Diócesis, creó 26 parroquias eclesiásticas, construyó 60 templos, ordenó más de 40 sacerdotes zulianos. Promovió a 5 sacerdotes del clero maracaibero para que fueran elevados a la dignidad episcopal para trabajar al frente de diócesis como Cumaná, San Carlos de Cojedes, Valencia, Cabimas, Barinas.

Como Obispo y ciudadano demócrata se preocupaba constantemente por Venezuela y por América Latina. Así lo manifestaba en sus Cartas Pastorales ante los diversos problemas del país, y en su trabajo como Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana. Igual preocupación tenía por ser solidario con los Obispos perseguidos o en peligro. Siempre estuvo al lado del Cardenal Obando en Managua, a quien ayudaba espiritualmente y con sus frecuentes visitas, como también procuraba estar cercano al mártir de la fe latinoamericana Mons. Oscar Romero en El Salvador.

Incansablemente predicaba sobre los peligros del ateísmo y el progreso de las doctrinas marxistas en América Latina y en el mundo, En 1963 publicó una Carta Pastoral en la que advertía sobre los peligros del comunismo para Venezuela, y decía: “Todavía es tiempo de evitar la catástrofe de otros países que fueron dominados por el comunismo, cuya astucia, maldad y espíritu diabólico, no se ponderará y pondrá al descubierto en su auténtica realidad. Como la enfermedad, solamente los que han sufrido podrían apreciarlo.” Cuánta razón tenía en sus reflexiones y en sus advertencias.

Educación para los más pobres
El 07 de enero de 1969, después de las celebraciones navideñas, Mons. Roa Pérez comenzaba a poner por obra la palabra comprometida a su llegada al Zulia: “Multiplicaremos nuestros esfuerzos y diligencias a fin de que llegue a más niños y jóvenes el beneficio inestimable de la educación”.

En territorios del sur de Maracaibo, en terrenos ocupados por el urbanismo desordenado, nacía la Escuela Arquidiocesana Madre Laura. Una construcción modesta con techos de zinc, unas aulas construidas con aportes de empresarios amigos y una humilde vivienda para las religiosas venidas de Colombia. Era la primera de las muchas instituciones educativas que nacerían de las manos de este Obispo profundamente enamorado de la educación.

Sus palabras, el 1 de abril del año 1981 con motivo de recibir la Orden Andrés Bello, revelan los orígenes de su Proyecto Educativo: “Al llegar a Maracaibo tuve la enorme alegría de ver que la iglesia contaba con varios colegios católicos…, para la educación de la clase media y alta, pero en cambio, los marginados y las clases humildes, no tenían ese privilegio. Yo me propuse ampliar ese radio de acción creando más escuelas para las zonas marginales con el objeto de multiplicar el beneficio inestimable de la educación cristiana, …sólo Dios sabe los caminos recorridos en este programa, las fatigas y las copas amargas apuradas para darles nuevos centros de formación cristiana gratuita a los niños pobres de la Arquidiócesis.”

Proseguía monseñor Roa en el mismo Discurso: “Con este plan estamos haciendo una obra de Patria y de Iglesia y en ella se unen muchas fuerzas para realizar el bien: El ejecutivo Regional, las abnegadas Religiosas, los maestros y maestras, las instituciones privadas y personas. Las Escuelas son centro de convergencia y un aporte sincero y leal en el gran compromiso de la educación. La Iglesia al abrir escuelas no pretende suplantar a nadie, sólo se propone ayudar y contribuir en la formación del hombre integral, del nuevo venezolano.”

Un Proyecto cumplido
Con el paso del tiempo y a lo largo de estos cuarenta años han continuando esparciéndose las Escuelas Arquidiocesanas por el territorio del Estado Zulia. Son veintinueve Escuelas, presentes en cinco Municipios del Estado Zulia. Trece en Maracaibo, diez en San Francisco, tres en Páez, dos en Mara y una en La Cañada de Urdaneta.

Abarcan desde la etapa inicial de la educación hasta llegar al final de la educación media diversificada y profesional. Veinte mil alumnos, mil quinientos empleados, veinte y un mil egresados. Estos son los que directamente hacen posible este proyecto educativo con su presencia, estudio y diario trabajo.

Grandes necesidades
Establecer escuelas católicas para los niños pobres. Ese fue el proyecto de monseñor Roa. Así se ha continuado en el tiempo. Desde siempre, grandes necesidades han acompañado y todavía acompañan este trabajo.

El Ejecutivo del Estado, el Ministerio de Educación, la Asociación Venezolana de Educación Católica son los entes que con su apoyo y contribución han hecho posible el sostenimiento de esta obra educativa. Lamentablemente estos aportes ya no son suficientes. Los recortes presupuestarios, producidos por las crisis económicas del país, ponen en peligro la estabilidad de estas Escuelas y frenan el crecimiento y la expansión de una gran obra.

En la actualidad confrontan un gran déficit en su presupuesto, que solamente durante el año 2009 alcanza los once millones de bolívares fuertes. Este déficit representa que los sueldos de los empleados no han podido ser actualizados durante los últimos dos años, que el bono de alimentación no ha sido actualizado, que no se puede clasificar a los docentes según sus cualificaciones profesionales, que no se cuente con la seguridad para cancelación de beneficios como vacaciones y bonos de fin de año. La Arquidiócesis de Maracaibo no tiene recursos para responder a esta cruda realidad. En las actuales circunstancias se hace difícil conseguir que estas cantidades puedan provenir únicamente del presupuesto oficial.

El funcionamiento de estas instituciones no puede seguir dependiendo únicamente de los recursos del Estado, por ello se hace necesario apelar al sentido de responsabilidad social y de compromiso cristiano que siempre han caracterizado a los hombres y mujeres del Zulia.

Junto a representantes del empresariado zuliano, la Arquidiócesis de Maracaibo está emprendiendo la tarea de recolectar los recursos necesarios para atender todo lo relacionado con el bono de fin de año del personal que trabajan en estas Escuelas. Este compromiso asciende a tres millones de bolívares fuertes. Puede parecer grande la cantidad, pero se hace pequeña ante la generosidad de los zulianos.

El Arzobispo de Maracaibo, monseñor Ubaldo Santana, junto a todos los que trabajan en las Escuelas Arquidiocesanas confían que la grandeza de los zulianos seguirá acompañando y respaldando el trabajo educativo que la Iglesia realiza para preparar a las jóvenes generaciones. Ellos han de ser los constructores de un futuro mejor para el Zulia y para Venezuela.

Con la finalidad de recibir los aportes de las personas e instituciones de buena voluntad, se ha dispuesto la cuenta corriente 0134-0081-470813130858, a nombre de la Asociación Civil Escuelas Arquidiocesanas en Banesco.

El 1 de enero de 2.010 se recordó el décimo aniversario del fallecimiento de monseñor Domingo Roa Pérez. Es justo y oportuno pensar que el mejor homenaje que se puede ofrecer en su memoria es el de permitir que la obra iniciada por él se perpetúe en la historia del Zulia.

Que la Virgen de Chiquinquirá, Patrona del Zulia, en la celebración de los 300 años de su milagrosa presencia, bendiga esta obra educativa y toque los corazones de todos los zulianos y zulianas de buena voluntad, para que hagan posible su continuación en el tiempo y sigan dando abundantes frutos al Zulia y a Venezuela entera.

Es necesario desear que se hagan realidad las palabras de monseñor Roa: “Cada Escuela debe ser un templo a la sabiduría y a la grandeza del hombre como persona e hijo de Dios”.


Pbro. Eduardo Ortigoza
Arquidiócesis de Maracaibo


martes, 19 de enero de 2010

lunes, 18 de enero de 2010

domingo, 17 de enero de 2010

viernes, 15 de enero de 2010


Día del maestro


Un 15 de Enero de 1932, durante la dictadura de Gómez, un grupo de educadores se reunieron con la finalidad de defender los derechos laborales de los maestros y optimizar la educación en Venezuela.

Trece años después de ese primer encuentro el Presidente Medina Angarita decretó el 15 de Enero Día del Maestro.



Después de 77 años los maestros todavía estamos buscando que ese hermoso trabajo sea valorado como tal. Estamos luchando por nuestros derechos y que nuestra labor de enseñar sea mejor remunerada.


La docente es noble y enriquecedor para quien decide ser maestro por vocación y ama su profesión, , pero quién no lo hace por vocación puede llegar a ser el molesto o porque es la última salida que tiene y va a devengar un sueldo más o menos seguro.


Ser maestro significa un trabajo hermoso, paciente y firme; ser astuto, sutil, fuerte, resistente y perseverante. Y por encima de todo significa saber amar, y comprender claramente la influencia que puede proyectarse sobre los niños.


Ser maestro es transmitir no solo conocimientos, es dar amor, cariño, apoyo, orientación en el momento que lo necesiten los niños.

Los maestros somos madres y padres, doctores y doctoras, psicólogos y psicólogas, enfermeras pero sobre todas las cosas tenemos la misión más importante de enseñar al hombre del mañana


Tenemos la gran responsabilidad de educar con amor para la vida, formar individuos responsables, solidarios, respetuosos, que quieran a su país, su pueblo, su escuela, su familia, su comunidad, transmitimos lo que sentimos a nuestros niños, si somos alegres transmitimos alegría.


Por eso este día y todos los días son para rendir tributo al docente por su hermosa labor FELICITACIONES A TODOS LOS DOCENTES.

martes, 12 de enero de 2010

lunes, 11 de enero de 2010

domingo, 10 de enero de 2010

HOY

Escuelas Arquidiocesanas: La obra de un gran Obispo PDF Imprimir E-mail
Jueves, 07 de Enero de 2010 11:09





Establecer escuelas católicas para los niños pobres. Ese fue el proyecto de monseñor Roa. Así se ha continuado en el tiempo. Desde siempre, grandes necesidades han acompañado y todavía acompañan este trabajo.





Monseñor Domingo Roa Pérez es gratamente recordado como el Obispo andino que vino dispuesto a sembrarse en el Zulia. Esa fue su intención, declarada en sus primeras palabras como Obispo del Zulia el 13 de marzo de 1961, "..desde hoy el Zulia será el objeto de mis permanentes desvelos". Con su apariencia, tímida y reservada, de hombre recién bajado de la montaña fue penetrándose en el tejido de esta cultura zuliana y maracaibera. Hombre amante y defensor de la democracia y de la libertad que llegaba al Zulia a pocos meses de haberse aprobado una nueva Constitución de la República de Venezuela. En esta tierra emprendería sus más grandes proyectos.

Rápidamente se convirtió en abanderado por la defensa de la dignidad humana, por la protección de la familia, por el progreso integral de la región y por la reivindicación de la región zuliana ante el centralismo caraqueño.

Siendo un convencido que el anuncio del Evangelio estaba destinado no solamente a los que van a los templos, sino a todos y en todas partes, valoraba la utilización de los modernos medios de comunicación social. Con este propósito, fortaleció la emisora de Radio La Voz de la Fe y el Diario La Columna, y promovió la creación del Canal 11 del Zulia, con sus extensiones en Lara y Carabobo; y estimuló el nacimiento de las emisoras de Radio NC Estéreo y Lumen 2000. Al momento de entregar la Arquidiócesis de Maracaibo, en 1993, dejaba en pleno funcionamiento un periódico de circulación diaria con 69 años de existencia, tres emisoras de radio y una red de televisoras regionales.

Durante sus 32 años de episcopado en el Zulia promovió la creación de una nueva Diócesis, creó 26 parroquias eclesiásticas, construyó 60 templos, ordenó más de 40 sacerdotes zulianos. Promovió a 5 sacerdotes del clero maracaibero para que fueran elevados a la dignidad episcopal para trabajar al frente de diócesis como Cumaná, San Carlos de Cojedes, Valencia, Cabimas, Barinas.

Como Obispo y ciudadano demócrata se preocupaba constantemente por Venezuela y por América Latina. Así lo manifestaba en sus Cartas Pastorales ante los diversos problemas del país, y en su trabajo como Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana. Igual preocupación tenía por ser solidario con los Obispos perseguidos o en peligro. Siempre estuvo al lado del Cardenal Obando en Managua, a quien ayudaba espiritualmente y con sus frecuentes visitas, como también procuraba estar cercano al mártir de la fe latinoamericana Mons. Oscar Romero en El Salvador.

Incansablemente predicaba sobre los peligros del ateísmo y el progreso de las doctrinas marxistas en América Latina y en el mundo, En 1963 publicó una Carta Pastoral en la que advertía sobre los peligros del comunismo para Venezuela, y decía: “Todavía es tiempo de evitar la catástrofe de otros países que fueron dominados por el comunismo, cuya astucia, maldad y espíritu diabólico, no se ponderará y pondrá al descubierto en su auténtica realidad. Como la enfermedad, solamente los que han sufrido podrían apreciarlo.” Cuánta razón tenía en sus reflexiones y en sus advertencias.

Educación para los más pobres
El 07 de enero de 1969, después de las celebraciones navideñas, Mons. Roa Pérez comenzaba a poner por obra la palabra comprometida a su llegada al Zulia: “Multiplicaremos nuestros esfuerzos y diligencias a fin de que llegue a más niños y jóvenes el beneficio inestimable de la educación”.

En territorios del sur de Maracaibo, en terrenos ocupados por el urbanismo desordenado, nacía la Escuela Arquidiocesana Madre Laura. Una construcción modesta con techos de zinc, unas aulas construidas con aportes de empresarios amigos y una humilde vivienda para las religiosas venidas de Colombia. Era la primera de las muchas instituciones educativas que nacerían de las manos de este Obispo profundamente enamorado de la educación.

Sus palabras, el 1 de abril del año 1981 con motivo de recibir la Orden Andrés Bello, revelan los orígenes de su Proyecto Educativo: “Al llegar a Maracaibo tuve la enorme alegría de ver que la iglesia contaba con varios colegios católicos…, para la educación de la clase media y alta, pero en cambio, los marginados y las clases humildes, no tenían ese privilegio. Yo me propuse ampliar ese radio de acción creando más escuelas para las zonas marginales con el objeto de multiplicar el beneficio inestimable de la educación cristiana, …sólo Dios sabe los caminos recorridos en este programa, las fatigas y las copas amargas apuradas para darles nuevos centros de formación cristiana gratuita a los niños pobres de la Arquidiócesis.”

Proseguía monseñor Roa en el mismo Discurso: “Con este plan estamos haciendo una obra de Patria y de Iglesia y en ella se unen muchas fuerzas para realizar el bien: El ejecutivo Regional, las abnegadas Religiosas, los maestros y maestras, las instituciones privadas y personas. Las Escuelas son centro de convergencia y un aporte sincero y leal en el gran compromiso de la educación. La Iglesia al abrir escuelas no pretende suplantar a nadie, sólo se propone ayudar y contribuir en la formación del hombre integral, del nuevo venezolano.”

Un Proyecto cumplido
Con el paso del tiempo y a lo largo de estos cuarenta años han continuando esparciéndose las Escuelas Arquidiocesanas por el territorio del Estado Zulia. Son veintinueve Escuelas, presentes en cinco Municipios del Estado Zulia. Trece en Maracaibo, diez en San Francisco, tres en Páez, dos en Mara y una en La Cañada de Urdaneta.

Abarcan desde la etapa inicial de la educación hasta llegar al final de la educación media diversificada y profesional. Veinte mil alumnos, mil quinientos empleados, veinte y un mil egresados. Estos son los que directamente hacen posible este proyecto educativo con su presencia, estudio y diario trabajo.

Grandes necesidades
Establecer escuelas católicas para los niños pobres. Ese fue el proyecto de monseñor Roa. Así se ha continuado en el tiempo. Desde siempre, grandes necesidades han acompañado y todavía acompañan este trabajo.

El Ejecutivo del Estado, el Ministerio de Educación, la Asociación Venezolana de Educación Católica son los entes que con su apoyo y contribución han hecho posible el sostenimiento de esta obra educativa. Lamentablemente estos aportes ya no son suficientes. Los recortes presupuestarios, producidos por las crisis económicas del país, ponen en peligro la estabilidad de estas Escuelas y frenan el crecimiento y la expansión de una gran obra.

En la actualidad confrontan un gran déficit en su presupuesto, que solamente durante el año 2009 alcanza los once millones de bolívares fuertes. Este déficit representa que los sueldos de los empleados no han podido ser actualizados durante los últimos dos años, que el bono de alimentación no ha sido actualizado, que no se puede clasificar a los docentes según sus cualificaciones profesionales, que no se cuente con la seguridad para cancelación de beneficios como vacaciones y bonos de fin de año. La Arquidiócesis de Maracaibo no tiene recursos para responder a esta cruda realidad. En las actuales circunstancias se hace difícil conseguir que estas cantidades puedan provenir únicamente del presupuesto oficial.

El funcionamiento de estas instituciones no puede seguir dependiendo únicamente de los recursos del Estado, por ello se hace necesario apelar al sentido de responsabilidad social y de compromiso cristiano que siempre han caracterizado a los hombres y mujeres del Zulia.

Junto a representantes del empresariado zuliano, la Arquidiócesis de Maracaibo está emprendiendo la tarea de recolectar los recursos necesarios para atender todo lo relacionado con el bono de fin de año del personal que trabajan en estas Escuelas. Este compromiso asciende a tres millones de bolívares fuertes. Puede parecer grande la cantidad, pero se hace pequeña ante la generosidad de los zulianos.

El Arzobispo de Maracaibo, monseñor Ubaldo Santana, junto a todos los que trabajan en las Escuelas Arquidiocesanas confían que la grandeza de los zulianos seguirá acompañando y respaldando el trabajo educativo que la Iglesia realiza para preparar a las jóvenes generaciones. Ellos han de ser los constructores de un futuro mejor para el Zulia y para Venezuela.

Con la finalidad de recibir los aportes de las personas e instituciones de buena voluntad, se ha dispuesto la cuenta corriente 0134-0081-470813130858, a nombre de la Asociación Civil Escuelas Arquidiocesanas en Banesco.

El 1 de enero de 2.010 se recordó el décimo aniversario del fallecimiento de monseñor Domingo Roa Pérez. Es justo y oportuno pensar que el mejor homenaje que se puede ofrecer en su memoria es el de permitir que la obra iniciada por él se perpetúe en la historia del Zulia.

Que la Virgen de Chiquinquirá, Patrona del Zulia, en la celebración de los 300 años de su milagrosa presencia, bendiga esta obra educativa y toque los corazones de todos los zulianos y zulianas de buena voluntad, para que hagan posible su continuación en el tiempo y sigan dando abundantes frutos al Zulia y a Venezuela entera.

Es necesario desear que se hagan realidad las palabras de monseñor Roa: “Cada Escuela debe ser un templo a la sabiduría y a la grandeza del hombre como persona e hijo de Dios”.


Pbro. Eduardo Ortigoza
Arquidiócesis de Maracaibo

miércoles, 6 de enero de 2010

lunes, 4 de enero de 2010