MARACAIBO
Pérez Esclarín llama a docentes a revisar su rol
Texto: Mariana Albarrán
“Un maestro es un arquitecto de personas, un partero del alma (...) El mejor ejemplo es Simón Rodríguez, quien con su dedicación forjó el espíritu de Simón Bolívar, el Libertador de América. Los educadores tienen que fomentar más de cerca sus relaciones con sus alumnos”, así lo dijo el pedagogo en una conferencia en Maracaibo.
Después de haber redactado 50 libros y haber dedicado gran parte de su vida a la educación, Antonio Pérez Esclarín, educador y directivo de Fe y Alegría, se dedica a orientar a docentes y estudiantes de los diferentes institutos del Zulia.
Ayer, luego de dictar una charla en el tecnológico Cunibe, el pedagogo decidió compartir parte de su experiencia laboral con los lectores de PANORAMA.
—¿Cuál debería ser el propósito fundamental del sistema educativo?
—El sistema debería plantearse como propósito el ayudar al niño o adolescente el vivir a profundidad. Educar es enseñar a amar y humanizar cada aspecto de la vida cotidiana. Lamentablemente, el corazón no va a la escuela, sólo es visto como un órgano principal del sistema circulatorio.
Es importante que no confundamos el amor con la atracción. El amar es una decisión y no un sentimiento y siempre se va a procurar el bien del otro y no el interés propio”.
— ¿De qué carecen los docentes del siglo XXI?
—Quien decida dedicarse a la formación de talento humano, requiere maquillarse el alma, utilizar la pedagogía del amor, querer a su alumno y ayudarlo a crecer como persona. Es necesario mirarlo en cada una de las clases como un ser único e irrepetible.
—¿Qué recomendaciones otorga a los maestros?
—Hay que fomentar el saber con sabor y dejar a un lado el sistema aburrido, donde todo se alcanza a través de la repetición o reproducción. Un maestro es un arquitecto de personas, un partero del alma y quien ayuda a dar sentido a la vida. El mejor ejemplo es Simón Rodríguez, quien con su dedicación forjó el espíritu de Simón Bolívar, el Libertador de América. Los educadores tienen que fomentar más de cerca sus relaciones con sus alumnos y valorar cada vez más su profesión u oficio.
—¿Qué llamado le hace a las autoridades educativas?
—Es importante que los cargos públicos no sean otorgados a cualquiera, la política de admisión para el sistema educativo debería ser más rigurosa. Los cargos sólo deben otorgarse a quien tenga una gran capacidad. También es necesario fomentar la actualización o capacitación constante entre los maestros y determinar que el problema de las escuelas no sólo compete al Gobierno, sino a todos los actores de la sociedad o comunidad.
—¿ Qué llamado realiza a los padres y representantes?
—Es fundamental que comprendan que son los constructores de la esperanza y que la comunicación con sus hijos es lo más importante, ya que es preocupante ver cómo disminuye el tiempo que los padres dedican para conversar con sus chicos.
Pérez Esclarín llama a docentes a revisar su rol
Texto: Mariana Albarrán
“Un maestro es un arquitecto de personas, un partero del alma (...) El mejor ejemplo es Simón Rodríguez, quien con su dedicación forjó el espíritu de Simón Bolívar, el Libertador de América. Los educadores tienen que fomentar más de cerca sus relaciones con sus alumnos”, así lo dijo el pedagogo en una conferencia en Maracaibo.
Después de haber redactado 50 libros y haber dedicado gran parte de su vida a la educación, Antonio Pérez Esclarín, educador y directivo de Fe y Alegría, se dedica a orientar a docentes y estudiantes de los diferentes institutos del Zulia.
Ayer, luego de dictar una charla en el tecnológico Cunibe, el pedagogo decidió compartir parte de su experiencia laboral con los lectores de PANORAMA.
—¿Cuál debería ser el propósito fundamental del sistema educativo?
—El sistema debería plantearse como propósito el ayudar al niño o adolescente el vivir a profundidad. Educar es enseñar a amar y humanizar cada aspecto de la vida cotidiana. Lamentablemente, el corazón no va a la escuela, sólo es visto como un órgano principal del sistema circulatorio.
Es importante que no confundamos el amor con la atracción. El amar es una decisión y no un sentimiento y siempre se va a procurar el bien del otro y no el interés propio”.
— ¿De qué carecen los docentes del siglo XXI?
—Quien decida dedicarse a la formación de talento humano, requiere maquillarse el alma, utilizar la pedagogía del amor, querer a su alumno y ayudarlo a crecer como persona. Es necesario mirarlo en cada una de las clases como un ser único e irrepetible.
—¿Qué recomendaciones otorga a los maestros?
—Hay que fomentar el saber con sabor y dejar a un lado el sistema aburrido, donde todo se alcanza a través de la repetición o reproducción. Un maestro es un arquitecto de personas, un partero del alma y quien ayuda a dar sentido a la vida. El mejor ejemplo es Simón Rodríguez, quien con su dedicación forjó el espíritu de Simón Bolívar, el Libertador de América. Los educadores tienen que fomentar más de cerca sus relaciones con sus alumnos y valorar cada vez más su profesión u oficio.
—¿Qué llamado le hace a las autoridades educativas?
—Es importante que los cargos públicos no sean otorgados a cualquiera, la política de admisión para el sistema educativo debería ser más rigurosa. Los cargos sólo deben otorgarse a quien tenga una gran capacidad. También es necesario fomentar la actualización o capacitación constante entre los maestros y determinar que el problema de las escuelas no sólo compete al Gobierno, sino a todos los actores de la sociedad o comunidad.
—¿ Qué llamado realiza a los padres y representantes?
—Es fundamental que comprendan que son los constructores de la esperanza y que la comunicación con sus hijos es lo más importante, ya que es preocupante ver cómo disminuye el tiempo que los padres dedican para conversar con sus chicos.
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