1.- INTRODUCCIÓN:
¿Qué pasaría con nuestras vidas si nos atreviéramos a confiar ciegamente en la Palabra de Jesús? Sabemos, en nuestra mente, que la Palabra de Jesús es sal, luz y vida en abundancia. Pero siempre hay algo en nuestro corazón que nos impide abandonarnos completamente a esa voluntad y reservarnos algo para nosotros mismos... por si las dudas. Así, parecería que nuestra entrega a Jesús no podría ser nunca totalmente sincera ni plenamente generosa. ¿Quién puede, entonces, llamarse a sí mismo verdadero discípulo de Jesús?
Pero Marcelino Champagnat descubre que para poder seguir a Jesús, el camino más fácil es a través de María. Porque María siempre está cerca de nosotros y de su hijo Jesús. Porque María sabe qué es lo que nos conviene. Y porque María no se queda para sí lo que le corresponde a Jesús. Marcelino descubrió que la invitación de María en las bodas de Caná era un ideal de vida para todo aquél que quiera ser feliz: Hacer lo que Él nos diga.
2.- CANTO: "MADRE"
Mi Si Do#m Sol La
Ah, ah, ah...........ah
Mi Si Mi La Mi Si
ah, ah, ah.
Mi Si Do#m Sol#
Junto a ti, María, como un niño quiero estar.
La Mi Fa#m Si
Tómame en tus brazos, guíame en mi caminar.
Mi Si Do#m Sol#7
Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar.
La Mi Si Mi
Hazme transparente, lléname de paz.
Mi Si Do#m Sol# La Mi Fa#m Si
MA-DRE, MA----DRE, MA-DRE, MA-DRE,
Mi Si Do#m Sol# La Mi Si Mi
MA-DRE, MA---DRE, MA-DRE, MA-DRE.
3.- LECTURA (Jn. 2, 1-11):
En aquellos días hubo una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. fue invitado también Jesús con sus discípulos a la boda. No tenían vino, porque el vino de la boda se había acabado. En esto dijo la madre de Jesús a éste: "No tienen vino". Jesús le contestó: "Mujer, ¿a ti y a mi qué? Aún no ha llegado mi hora". Dijo la Madre a los servidores: "Hagan lo que él les diga".
Había allí seis tinajas de piedra para las purificaciones de los judíos, en cada una de las cuales cabían unos cien litros. Jesús les dijo: "Llenen las tinajas con agua". Ellos las llenaron hasta el borde, y Él les dijo: "Sáquenlas ahora y preséntenselas al jefe de los meseros". Se las llevaron, y después que el jefe de los meseros probó el agua convertida en vino –él no sabía de dónde venía, pero lo sabían los servidores, que habían sacado el agua-, llamó al novio y le dijo: "Todos sirven el vino bueno en primer lugar, y cuando están ya bebidos, el peor; pero tú has guardado hasta ahora el vino mejor. Este fue el primer milagro que hizo Jesús, en Caná de Galilea, y manifestó su gloria y creyeron en Él sus discípulos.
Palabra del Señor.
4.- PETICIONES A MARIA:
El que guste puede ir leyendo cada una de las peticiones y dirige la primera parte de un Ave María.
Enséñanos, Buena Madre, a ser la alegría para todos aquellos que nos rodean. /Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús... (Todos respondemos con la siguiente parte).
Enséñanos, Buena Madre, a estar atentos como tú a las necesidades de los demás. /Dios te salve, María...
Enséñanos, Buena Madre, a acudir a ti para acercarnos a Jesús. /Dios te salve, María...
Enséñanos, Buena Madre, a estar disponibles para hacer lo que Jesús nos diga. /Dios te salve María...
Enséñanos, Buena Madre, a dar siempre lo mejor de nosotros mismos, llenando hasta el borde las tinajas de nuestros deberes. /Dios te salve, María...
Enséñanos, Buena Madre, a ser instrumentos fieles de la voluntad de Jesús en medio de los hombres. /Dios te salve, María...
Enséñanos, Buena Madre, a descubrir las maravillas que Dios obra a nuestro alrededor, para así poder creer en Jesús, nuestro salvador. /Dios te salve María...
Enséñanos, Buena Madre, a descubrir cuál es la voluntad de Dios en nuestras vidas. /Dios te salve María...
Enséñanos, Buena Madre, a hacer el bien sin ruido, como tú lo hiciste en las bodas de Caná. /Dios te salve, María...
Enséñanos, Buena Madre, a seguir a Jesús sin condiciones, confiando siempre en su Palabra de Vida. /Dios te salve, María...
5.- CANTO: "MADRE".
Gracias, Madre mía,
por llevarnos a Jesús.
Haznos más humildes,
tan sencillos como tú.
Gracias, Madre mía,
por abrir tu corazón,
porque nos congregas
y nos das tu amor.
Mi Si Do#m Sol# La Mi Fa#m Si
MA-DRE, MA----DRE, MA-DRE, MA-DRE,
Mi Si Do#m Sol# La Mi Si Mi
MA-DRE, MA---DRE, MA-DRE, MA-DRE.
6.- ORACIÓN FINAL:
Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios.
No rechaces nuestras súplicas en medio de la necesidad;
antes bien escúchalas y acógelas benignamente,
Virgen gloriosa y Bendita.
Amén.
¡TODO A JESÚS POR MARÍA,
TODO A MARÍA PARA JESÚS!
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