miércoles, 18 de junio de 2008

CUENTO: LAS DUDAS

Dar siempre es recoger esperanza
(Cientos de cuentos, parábolas para todos)


Un pobre hombre que vivía en la miseria y mendigaba de puerta en puerta, observó un carro de oro que entraba en el pueblo llevando aun rey sonriente y radiante.

El pobre se dijo de inmediato: “Se ha acabado mi sufrimiento, se ha acabado mi vida de pobre. Este rey de rostro dorado ha venido aquí por mí, lo sé. Me cubrirá de migajas de su riqueza y viviré tranquilo”.

En efecto, el rey, como si hubiese venido para ver al pobre hombre, hizo detener el carro a su lado.

El mendigo, que se había postrado en el suelo, se levantó y miró al rey, convencido de que había llegado la hora de su suerte.

Entonces, de repente, el rey extendió la mano hacia el pobre y le dijo: “¿Qué tienes para darme?” El pobre, muy sorprendido y muy desilusionado, no supo qué decir.

“Es un juego –se preguntó- lo que el rey me propone. Se burla de mí. Seguro que tiene una trampa o un acertijo. ¡¡No puede ser que me esté pidiendo!!”

Entonces al ver la persistente sonrisa del rey, su luminosa mirada y su mano tendida, el pobre metió la mano en su alforja, que contenía unos puñados de arroz. Cogió un grano de arroz y se lo dio al rey, que le dio las gracias y se fue enseguida llevado por unos caballos sorprendentemente rápidos.

Al final del día, al vaciar su alforja, el hombre pobre encontró un grano de arroz de oro. Fue entonces cuando se puso a llorar diciendo: “¿Por qué no le habré dado todo mi arroz?”

Lluvia de ideas:
1. ¿Qué dice el cuento?
2. ¿Con qué me identifico?
3. ¿Qué enseñanza nos deja?
4. ¿Qué relación tiene esto con la vida del cristiano?

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