martes, 29 de enero de 2008

PROYECTO EDUCATIVO DE MONS.ROA PÉREZ


El proyecto educativo de Mons. Domingo Roa Pérez esta inspirado en la experiencia mil milenaria de la Iglesia, en lo que a educación se refiere, no esta plasmado como tal en un documento completo pero si esta en muchos de sus discursos y cartas pastorales, homilías y programas de radio, esta inspirado en el pensamiento del Papa Pío XII en su alocución al pueblo de Venezuela el 1 de Septiembre de 1952 con motivo de los 300 años de la aparición de Nuestra Señora de Coromoto, enseñanzas que vinieron a clarificar lo que ya había comenzado en la parroquia Coromoto de San Cristóbal.

Ese mismo año el Papa Pio XII habló a las religiosas en la clausura del Congreso Mundial de Religiosas Educadoras, realizado en Roma en marzo de 1952. Ya como Obispo y habiendo participado en las cesiones del Concilio Vaticano II y con los documentos “Lumen Gentium” y “Gaudium et Spes” y mas tarde el documento de la Sagrada Congregación para la Educación Católica del 19 de marzo clarificaron y fortalecieron definitivamente el proyecto educativo de Mons. Domingo Roa Pérez, puesto en práctica en Maracaibo y sintetizado en su discurso dirigido al Ciudadano Ministro de Educación en el año 1981 con motivo de recibir la Orden Andrés Bello.

Me permito leerles parte de ese discurso…

“Por misión y consagración, como queda dicho y también por un convencimiento muy personal arraigado en mi alma durante los lejanos años del Seminario, yo he sido ya desde los albores de mi sacerdocio un incansable luchador por la causa de la escuela católica, que se ha concretado en realizaciones crecientes a medida del aumento de mis responsabilidades eclesiales. Fui profesor en el Liceo Sucre de Colón del Táchira al empezar el ejercicio del ministerio pastoral. Nombrado Párroco de la insipiente Parroquia de nuestra Señora de Coromoto, en san Cristóbal, antes de construir el templo, del cual carecía, funde dos escuelas una para niños y otra para niñas, al costado del sitio reservado a la edificación.

Cómo quise yo aquellas escuelas y cuantos desvelos por su eficiente funcionamiento.

Obispo de calabozo, no sólo me esforcé por darle un edificio cómodo, amplio y funcional al Seminario, centro de formación de los nuevos sacerdotes, sino también, pidiendo a los amigos y personas pudientes, dejé muy adelantado un local sólidamente construido para una escuela gratuita destinada a niñas pobres.

Al llegar a Maracaibo tuve la enorme alegría de ver que la iglesia contaba con varios colegios católicos florecientes y muy bien reputados, para la educación de la clase media y alta, pero en cambio, los marginados y las clases humildes, no tenían ese privilegio.

Solamente había dos escuelas gratuitas católicas, una en Mene Grande en territorio ahora de la Diócesis de Cabimas y otra en Maracaibo, del llorado e insigne sacerdote zuliano, Ilmo. Mons. Olegario Villalobos.

Pasó algún tiempo. Luego llegó la meritoria Institución Fe y Alegría que abrió sus puertas a los niños pobres y siempre con muchos sacrificios.

Yo me propuse ampliar ese radio de acción creando más escuelas para las zonas marginales con el objeto de multiplicar el beneficio inestimable de la educación cristiana, como nos lo recomendara el Gran Pio XII, en el mensaje a los venezolanos con motivo de la coronación de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona Nacional.

Queridos zulianos, sólo Dios sabe los caminos recorridos en este programa, las fatigas y las copas amargas apuradas para darles nuevos centros de formación cristiana gratuita a los niños pobres de la Arquidiócesis.

Aquí están en plena ejecución las directrices dadas en Puebla de “la opción preferencial por los pobres”. Con este plan estamos haciendo una obra de Patria y de Iglesia y en ella se unen muchas fuerzas para realizar el bien: El ejecutivo Regional, estupendo patrocinador de estas escuelas arquidiocesanas… las abnegadas Religiosas, puestas al frente de estos planteles, los maestros y maestras que tienen que hacer resistencia en el cumplimiento de su deber a corrientes disolventes, supremamente contrarias al bien del país, ayudan y respaldan estas escuelas, por su bondad, instituciones privadas y personas. Son ellas un centro de convergencia y un aporte sincero y leal en el gran compromiso de la educación.

Todos vibramos y vemos con alegría como se llenan sus aulas y crece la petición de cupos…

La Iglesia ha dado grandes ciudadanos a la nación con la obra de su educación específica y sé que los quiere seguir dando. Los pobres las buscan con preferencia y desean que se multipliquen. Un día esta tierra bendecirá a manos llenas estos centros que tendrán también dentro de poco otras obras complementarias para la formación artesanal de sus alumnos.

La familia, ha dicho un escritor castellano, es el yunque donde se forja el espíritu de la raza, donde se temple el alma de los pueblos. Receptáculo de las tradiciones, transmisora de los atavismos de sangre y espíritu, troquel en que se acuña el cuerpo y el alma de los hijos de un mismo pueblo, la familia es la que d esta tenacidad de los elementos que individualizan una civilización o raza. En ella, a su vez, se defiende la sociedad de las invasiones de todas las plagas sociales.

Lamentablemente la familia pobre, la que no tiene como escoger la escuela de su preferencia para los hijos por falta de dinero, es la gran silenciosa, está sin voz ni voto, se le margina en absoluto. En los conflictos gremiales por asuntos escolares es la gran ausente. Sin embargo, ella es la primera interesada porque se trata de algo que es parte de su vida; los hijos. La escuela no es para el Estado, ni siquiera para los padres de familia y menos para los maestros, es para los niños, cuyos primeros responsables son los padres de familia. Se habla tantas veces de empleados y empleadores en referencia con los maestros y es Estado que paga el sueldo, como si se tratara de una fabrica de ladrillos o de ventanas y puertas de hierro. Pobres padres de familia que esperaron de sus hijos una corona de rosas y por la mala educación se convierten en una de espinas.

La familia debe ser oída en lo relativo a sus derechos en materia escolar y no solo oída, sino atendida. Cerrarle al niño las puertas del aula es un crimen de lesa patria, el mas lamentable de todos los atropellos, el mas grave peligro para Venezuela, en la cual esta imponiéndose el dinero por encima de los grandes principios morales y altos valores del espíritu.”

1 comentario:

Unknown dijo...

https://www.youtube.com/watch?v=Ra2-FTlRUwk